jueves, 13 de marzo de 2014

Cartas a los abogados demócratas de Latinoamérica

Por David Aníbal Ortiz Gaspar*

"La ausencia de espíritu crítico en el mundo académico es lo mismo que la dictadura en el mundo político. Cuando esto se da, solo tenemos la voz del amo y no hay otra alternativa".
Domingo García Belaunde

Con la expresa autorización del Prof. Dr. Allan Brewer Carias, comparto el mensaje que nos envió días atrás, en donde él nos narra lo que viene ocurriendo en Venezuela, así como dos importantes cartas, la primera de Óscar Arias Sánchez (ex Presidente de Costa Rica y ex Premio Nobel de la Paz), y la segunda de Asdrúbal Aguiar (jurista venezolano y ex Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos), a las que denominé “Cartas a los abogados demócratas de Latinoamérica”.

En necesario, ante la sumisión que muestran los diversos gobiernos de turno, organismos internacionales (OEA) y demás instituciones que tienen como fin la defensa de los derechos humanos y la promoción de los principios democráticos, que la academia se pronuncie y haga llegar su voz de protesta contra la represión que sufre el pueblo venezolano por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Muy bien lo hicieron Allan Brewer Carias, Óscar Arias Sánchez y Asdrúbal Aguiar, ahora sigamos ese ejemplo.

Sin más preámbulos, invito a revisar y analizar los valiosos textos que se difunden en este blog.

Lima-Perú, 13 de marzo de 2014.

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Mensaje de Allan Brewer Carias

Queridos amigos, Jaime, Libardo, Enrique, Luciano, Néstor, Domingo, Marcelo, Giuseppe, Tomás Ramón, Jorge, Diego, Jorge, Juan Carlos, Osvaldo, Anita, Sonia, Rubén, Olivo, Ana Virginia y todos. 

Demás está decirles lo consternado que estamos por lo que está ocurriendo en Venezuela, lo que por lo demás, no es sino la secuela del asalto al poder que se produjo a mansalva desde 1999, por grupos antidemocráticos controlados desde fuera de nuestras fronteras, que han usado los instrumentos de la democracia para destruirla. Como bien saben, ello lo vengo denunciando desde hace 14 años, lo que por supuesto, me ha valido el exilio.

No voy por tanto a volverles a escribir yo lo que ya en más de una oportunidad les he expresado, pero si quiero adjuntarle dos cartas de ayer, una del ex presidente Oscar Arias de Costa Rica, y otra del profesor venezolano Asdrúbal Aguiar, dirigida a la OEA, donde plantean con claridad la situación actual.


Les ruego encarecidamente, las circulen entre los miembros de las asociaciones de derecho administrativo y de derecho constitucional que algunos de ustedes presiden y en todo caso, tienen las direcciones (no las tengo actualizadas y a la mano); cuyo contenido denuncia como la barbarie está abatiendo la civilización. 

Es necesario que el mundo siga tomando conciencia de lo que ocurre, sobre todo estando todo en Venezuela silenciado por una censura feroz, y por el monopolio de los medios de comunicación que acaparó el Estado. 

Excusas por las molestias que les pueda causar este ruego.

Fuerte abrazo y saludos.

Allan R. Brewer-Carías
Profesor de Derecho Administrativo, Universidad Central de Venezuela
Desde Nueva York

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Carta de Óscar Arias Sánchez

San José, 13 de febrero de 2014

Quiero sumar mi voz a un coro de preocupación que recorre buena parte de nuestra América. Miles de estudiantes y opositores al gobierno del Presidente Nicolás Maduro en Venezuela fueron brutalmente atacados con armas de fuego por los cuerpos de seguridad. Tres personas murieron y al menos 26 han resultado heridas al finalizar una serie de protestas en Caracas y otras ciudades venezolanas.

En ningún país verdaderamente democrático uno va a prisión o es asesinado por pensar distinto o por querer manifestar su oposición a las políticas del gobierno. Venezuela puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una verdadera democracia, pero con cada violación a los derechos humanos que comete niega en la práctica esa afirmación, porque reprime la crítica y la disidencia. Todo gobierno que respete los derechos humanos debe respetar el derecho de su pueblo a manifestarse pacíficamente. El uso de la violencia es inaceptable. Recordemos la advertencia de Gandhi: “ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”.

Siempre he luchado por la democracia y estoy convencido de que en una democracia, si uno no tiene oposición debe crearla, no reprimirla y condenarla a un infierno de persecución, que es lo que parece hacer el gobierno del Presidente Maduro. Venezuela debe respetar los derechos humanos, sobre todo los derechos de sus opositores, porque no tiene ningún mérito respetar sólo los derechos de sus partidarios. 

En algún momento de su vida dijo Martin Luther King Jr. que “…los lugares más calientes del infierno están reservados para aquellos que en un período de crisis moral mantuvieron su neutralidad. Llega el momento en que el silencio se convierte en traición”. Por ello estoy consciente de que al hacer estas afirmaciones me expongo a todo tipo de críticas de parte del Gobierno venezolano. Me acusarán de inmiscuirme en asuntos internos, de irrespetar su soberanía y, casi con certeza, de ser un lacayo del imperio. Sin duda, soy un lacayo del imperio: del imperio de la razón, de la cordura, de la compasión y de la libertad. No voy a callarme cuando se vulneran los derechos humanos. No voy a callarme cuando la sola existencia de un gobierno como el de Venezuela es una afrenta a la democracia. No voy a callarme cuando se pone en jaque la vida de seres humanos, por defender sus derechos ciudadanos. He vivido lo suficiente para saber que no hay nada peor que tener miedo a decir la verdad.

Oscar Arias Sánchez
Ex Presidente de la República de Costa Rica
Premio Nobel de la Paz 1987

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Carta de Asdrúbal Aguiar

Señor Presidente del Consejo Permanente
de la Organización de los Estados Americanos
Embajador Pedro Vergés (República Dominicana)

Señor José Miguel Insulza
Secretario General de la Organización de los Estados Americanos

Excelentísimos señores:

En mi condición de ciudadano venezolano, quien tuvo el alto honor de servir al Hemisferio como Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y luego servirle a Venezuela como Gobernador, Ministro de Relaciones Interiores, y Encargado de la Presidencia de la República, me dirijo a Ustedes con la emergencia del caso, para demandarles la convocatoria de un Consejo Permanente que analice y considere la grave deriva dictatorial que ha tomado el gobierno del señor Nicolás Maduro Moros, en mí patria.

Durante el día de ayer, 12 febrero, conmemorativo del Día de la Juventud, los estudiantes, cabalmente comprometidos con la democracia, disponiendo como único  elemento de lucha sus lápices y cuadernos, acompañados de cantos y de dirigentes democráticos igualmente empeñados en protestar para que el gobierno del señor Maduro y los militares quienes lo acompañan, en calidad de ministros y uno de los cuales encabeza la Asamblea Nacional, adopten las medidas que eviten el despeñadero económico y social que sufre la nación.

Luego de una marcha pacífica, al apenas concluir fueron objeto de agresiones y disparos  por parte de funcionarios del régimen, en lo particular de miembros de su policía política – SEBIN – y de la antigua y venerable Guardia Nacional hoy llamada “guardia del pueblo”.

Los mismos, acompañados de los también denominados “colectivos populares”, que integran miembros de bandas criminales que azotan nuestras zonas metropolitanas cada fin de semana, han puesto en marcha una ola de represión convocada deliberadamente al efecto y que termina, por exigencias del grupo militar-cívico que controla el poder que ejerce el señor Maduro bajo instrucciones directas del gobierno cubano, con el mandato de arresto de calificados dirigentes democráticos, uno de ellos pre-candidato a la Presidencia de la República, Leopoldo López, como el ex Vice Canciller y ex embajador Fernando Gerbasi, y el almirante retirado, Iván Carratú Molina. Varias decenas de estudiantes han sido detenidos.

A la par, para ocultar la emboscada preparada por su gobierno y silenciar  definitivamente a la oposición democrática y toda voz disidente, durante las últimas semanas se ocupan el señor Maduro y su entorno de negarle las divisas necesarias a la prensa escrita para comprar papel y circular y amenazan a la radio y tv privadas con procesos administrativos; aparte de anunciar que ¡poco le importa le llamen dictador! pues se dispone a ponerle final al amarillismo de los periodistas venezolanos. No bastando ello, sobre los graves acontecimientos antes señalados y en pleno desarrollo, el señor Maduro y los suyos ordenan sacar de la grilla de las cableras la emisión de la televisora NTN24, que trasmite desde Bogotá, Colombia. Buscaba ocultar ante los venezolanos y la comunidad internacional los actos de terrorismo de Estado que decidió poner en práctica.

Señor Presidente, Señor Secretario General:

La Carta Democrática Interamericana es precisa al disponer que la democracia es un  derecho humano del pueblo, y los gobiernos tienen el deber de promoverla y defenderla.  No se trata, por ende, de una dádiva de los gobernantes de turno, como lo juzgan  algunos gobernantes que la desconocen en la región.

Que un gobierno como el del señor Maduro se ponga al margen del Estado de Derecho para reprimir a la disidencia política y encarcelarla; que le impida su participación activa en la democracia, criminalizando a su dirigencia y usando para ello – como lo reconoce la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – a los jueces y las policías; que niegue la libertad de prensa como columna vertebral de la democracia, haciendo uso y abuso – como ocurre este 12 de febrero – de la hegemonía comunicacional de Estado formada durante los últimos 15 años; que cree deliberadamente riesgos para la vida e integridad personal de los ciudadanos, instigando a la violencia de sus seguidores de calle y los cuerpos armados a su servicio, para luego argumentar que se trata de grupos nazi-fascistas que intentan desestabilizarlo; que la cabeza del órgano parlamentario – Teniente Diosdado Cabello – aparezca dictando órdenes ejecutivas dirigidas incluso a la Fuerza Armada y protegiendo a los “colectivos populares” cuya actuación propició el gobierno para producir la violencia durante este día 12 de febrero; todo ello, de conjunto, representa una grave alteración del orden constitucional y democrático, según los términos del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.

La protesta estudiantil y política tiene lugar, justamente, por cuanto, el pasado año ocurrieron 23.000 homicidios en Venezuela y la respuesta oficial es su aspiración a la  convivencia ciudadana con los grupos ejecutores de los delitos. Tiene lugar por cuanto el gobierno no reconoce la legitimidad de los gobernadores y alcaldes opositores electos popularmente, e intenta doblegarlos bajo amenaza de persecuciones y descalificándolos.

Tiene lugar por cuanto al margen del orden constitucional y el Estado de Derecho, funcionarios militares y policiales cubanos ejercen autoridad en la administración pública venezolana y en organismos de seguridad del Estado, y dado que miembros de nuestra FF.AA. ocupan los puestos de decisión fundamental, sin respeto por la subordinación que deben al poder civil. Ocurre la protesta legítima, en ejercicio de derechos humanos y libertades tutelados por la misma Constitución y la Convención Americana de Derechos Humanos que denuncia el señor Maduro, por cuanto, mediante graves actos de corrupción que no investiga el Ministerio Público, han sido dilapidados 1.300 billones de dólares durante los últimos 15 años y hoy escasean los alimentos y las medicinas que afectan a todo el país.

Han cedido, señor Presidente y señor Secretario, de conjunto, los elementos esenciales de nuestra democracia y sus componentes fundamentales, enunciados en los artículos 3 y 4 de la Carta Democrática Interamericana. En consecuencia, conforme a lo dispuesto en el citado artículo 20 de dicha Carta, que es vinculante como interpretación auténtica de la Carta de la OEA, les solicito, respetuosamente, pues basta para ello la iniciativa del mismo Secretario de la OEA o de alguno de los Estados miembros, disponer la convocatoria del Consejo Permanente a fin de que revise los actos de represión ejecutados por el gobierno de Nicolás Maduro Moros contra los estudiantes y la oposición democrática de Venezuela, con saldo de muertos y heridos, y las medidas de censura de la prensa que ha establecido al efecto a lo largo de las últimas semanas y el mismo día 12 de octubre, luctuoso para todos los venezolanos.

No huelga, Señor Presidente, Señor Secretario General, les cite, con vistas a lo anterior, al recién fallecido ex presidente surafricano, Nelson Mandela, a quienes todos nuestros gobernantes de las Américas, sin excepciones, dicen admirar y recordar: "Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia, y si no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento".

Les saluda atentamente,

ASDRÚBAL AGUIAR
C.I. 3.410.477





*  Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Ricardo Palma (URP). Abogado por la Universidad de San Martín de Porres (USMP). Estudios de Maestría en Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Curso de especialización en Derechos Fundamentales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Buenos Aires (UBA). Curso de especialización en Jurisdicción, Derechos Humanos y Democracia en la Maestría en Derecho con Mención en Política Jurisdiccional de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Curso de especialización en Argumentación Jurídica en la Universidad Antonio Ruiz Montoya (UARM). Miembro Senior de la Asociación Colombiana de Derecho Procesal Constitucional (ACDPC). Miembro de la Asociación Mundial de Justicia Constitucional (AMJC). Integrante del Comité de Edición de la revista Estado Constitucional.